19.12.12

Orden


Botones, banditas elásticas y clips son como hormigas que se escurren entre hojas de cuadernos viejos y se esconden de la luz y de nuestros ojos, quizá por miedo a convertirse en algo útil en vez de permanecer en los recovecos de un baúl. Biromes que ruedan hacia delante y hacia atrás cada vez que el cajón se abre o se cierra, que giran independientes unas de otras cuando bien podrían cruzar su camino con alguna de las banditas que anda por ahí y por lo menos girar juntas por el desorden.

15.12.12

Lapso

Hace algunas horas no estaba despierto,
un par de días atrás flotaba por una calle desierta y sin luz,
llevo una semana sin acordarme mi nombre,
y casi un mes fuera de esta dimensión.
Medio año sin buenas nuevas
un lustro vagando por un sistema incomprensible y ajeno,
mi generación no es equis, ni y griega, ni zeta,
mi cuarto de siglo no tiene revolución.

6.8.12

Licencias

Tratar de no confundir
mi ser con mi pensar
y no ver en realidad
lo que mi mente crea
Imaginar no es tener
y desear no es amar
y comer no es vivir
y yo no soy eso
Perder la costumbre
de acostumbrarse
de retenerse
mejor solo
llorar por llorar
reír por reír
mirar por mirar
y besar mas
Psicología moderna
estar siempre limpio
siempre contento
y bien acompañado

12.7.12

Azar Oso

Entonces tendré que seguir el juego. Mantener el personaje y respetar las reglas, que puestas desde un principio nos condicionaron. No vale hacer trampa, engañar o abandonar. Después pagamos los platos rotos. Tiraré los dados con la ilusión de que me toque un seis o un dos y respetaré el número que salga, porque así es el juego del azar: un poco esperanza y un poco decepción. Lo que toca , toca. La suerte loca. O la suerte hija de puta que a veces no nos tira una.

2.7.12

Unir y expandir


¿Y si  acaso no queremos decir nada?
O peor (o mejor), que queramos decir todo.
Lograr la abstracción absoluta.
Tan abstracto que sea la generalización en su máxima expresión.
Expresar lo interior sin mediadores cómo la palabra.
Escribimos y lo escrito tiene un proceso mental que esta viciado de subjetividad.
Pintamos, cantamos, gritamos, lloramos, cagamos, cojemos, comemos, cagamos.
El físico nos limita.
Nuestro cuerpo es el límite.
Nuestra percepción es el límite.
Dos cabezas piensan más que una.
¿Mil cabezas?
¿Mil cuerpos?

6.6.12

Misteriosa Buenos Aires

En el subte usamos la escalera mecánica para bajar, y la convencional para subir. Un homenaje a la actividad física o estupidez pura.


31.5.12

No es No y no es otra cosa. Ni es nunca ni es jamas, es simplemente un No rotundo; la negación en su máxima expresión. Pesimismo, obstinación, absolutismo: el fasismo de la palabra. Una idea fija que parte de la negativa y que se aleja cada vez mas del si, de la creación y el supuesto productivismo del que tanto hablan (sobre todo los negativistas).
Cerrar las puertas con una sola palabra, cegarse con la negativa a priori, sin dar lugar a las miles de puertas que puede abrir un Si. Decir No es una estrategia para parecer más fuerte, terco y convencido, cuando en realidad es solamente cerrar los ojos y no ver las opciones que se disponen. El valiente dice Si, porque no teme.

21.5.12

La densidad de los cuerpos


Todo se pone espeso, hasta los cuerpos. Es como si abandonasen el estado sólido habitual y ahora pasan a ser masas de una materia espesa que uno podría atravesar con el dedo o con la mano. O quizás todo el brazo hasta llegar del otro lado y cuando la mano está del otro lado solo hace falta estirar un poco el cuello y girarlo para ver los dedos y la palma que se estiran, tocando el aire que parece gelatina. Aplicar un poco de fuerza. Aplicarla de modo tal que no sea solamente el brazo el que atraviesa el cuerpo en cuestión, también el hombro entero y una parte del torso. Ahora ya podemos ver una pera bien de cerca y notar que esta mal afeitada, que tiene una cicatriz en la parte más baja o que el hoyuelo esta corrido un poco a la izquierda, algo que no podría percibirse desde otro lugar.
Cerrar los ojos porque ahora sería la cabeza la que atraviesa el cuerpo, y cuando abrimos los ojos todo es tan denso que no se ve nada. Los músculos, los organos (o partes de ellos) se pegan a la cara, nos tapan los orificios nasales y no nos deja respirar con total libertad. Y las respiraciones se superponen pesadas una sobre la otra. El aire que respiramos se calienta cada vez más y casi ya no podemos respirar y sacamos la cabeza de un tirón, el hombro, la masa corporal vuelve a ocupar su lugar, el codo, el antebrazo, la carne que aprieta la muñeca, los dedos hacen lugar y ya estamos afuera para comprobar que el aire es más fresco y jurándonos que nunca más.

26.4.12

Breve historia tanguera

Nos conocimos en La Viruta, aunque tal vez la había visto antes, porque su cara me parecía familiar. Después de esa vez nunca más volvimos a bailar, y según escuche por las sombras nunca mas repitió compañero de baile después de esa noche. La Tana bailaba tango y milonga, y como todas las flacas lo hacía muy bien. Se movía con estilo y gracia. No era de esas europeas que turisteaban por Buenos Aires y tomaban una o dos clases de baile- su castellano, sus movimientos, su pensar- todo lo había aprendido en la escuela de la calle.
Se arreglaba muy bien para mantener a los compadritos en su lugar. En un idioma extraño, que estaba entre el italiano, el ingles, es argentino y el lunfardo, se hacía entender y los despachaba más rápido de lo que llegaban. Eso sí, siempre lo hacía con mucha clase y sin generar resentimiento.

Fui un afortunado, porque ella no bailaba con cualquiera, y el día que accedió a mi propuesta (al viejo estilo del cabezazo) yo estaba bastante descansado para poder seguir sus pasos. No nos despegamos en toda la noche, sin contar los momentos para aplaudir a la orquesta o para refrescarnos.

Cerca del final de la noche, cuando los mozos ya azomaban los baldes y la gente ya zigzagueaba a sus casas, la  Tana y yo bailabamos un bolero. Se me acercó al oido. Susurró algo algo en su simillengua. Lo traducí como pude entenderlo, entre el vino y el ruido del bandaneón me dijo "Nene, la vida es un tango que se baila una sola vez".

5.3.12

De lejos

Inmensa, como un elefante
nocturna, como la luna
como si no me hubiese ido
y ni notaste mi ausencia.
Me recibís eterna y despierta
de brazos abiertos
para enguillirme en tu garganta
áspera y oscura.
Pero aunque me escape, vuelvo
hipnotizado por nuestra historia
porque siempre estás
y porque sin vos no soy yo
Imagino que en mi viaje
sí tuviste companía
es que extrañas todo el tiempo
aunque nunca estés sola.

30.1.12

Tres cositas

Causa y Efecto

Del saludo a la voz
de la voz al discurso
del discurso vienen los temas
de los temas se va al silencio
del silencio a los ojos
de los ojos vamos a la boca
de la boca al beso
del beso a la caricia
de la caricia, la piel
de la piel viene la sensación

Te Desprendes

Sentir
Un viento en la cara,
una mano sobre la espalda,
un beso en la dulce boca
o tu cuerpo que se desprende
poco a poco de su ropa

Pasado presente

Si me acuerdo
de mirarte
Y te acordás
que te miraba
Si no me olvido
de fijarme
en lo que antes
me fijaba
No creas que yo pienso
que sólo antes te amaba
y que no era como pensabas
que no te amaba nada

17.1.12

Baldosas (re-edición)

El esfuerzo es enorme (mis piernas son demasiado cortas) pero me reconforto con no pisarlas por dos o tres pasos. No miro por donde voy, mi cabeza apunta hacia abajo, pero se que voy a llegar a mi destino sano y salvo, porque qué más seguro que no pisar las odiosas rayas simétricas del suelo.

Sin saberlo llego a mi destino y casi choco con lo que es para mi una enorme pared. Lentamente levanto la cabeza y un cuerpo como de gigante esta frente a mi. Desde aqui abajo y tan cerca pareciera que si esa pared- que resulto ser un hombre- levantara los brazos tocaría las nubes.

Eso que está delante de mi, y que es un “grande”- definición que incluye cosas que a mi corta edad no puedo entender- se corre hacia un costado y mis orejitas escuchan una voz que dice: “Dale, entrá que la merienda esta lista”, es papá que me invita a pasar.

Apenas se abre la puerta cancel me recibe el perro, se acerca a trote y me chupa la cara con fuerza, una fuerza que hace que mi cabeza se vaya para atrás. Es raro pensar que hace poco eso que hoy es mi amigo, que me divierte y me cuida casi como un centinela, era poco menos que un monstruo feroz que constantemente quería atacarme, y que con sus garras y su extraña piel me comería y se quedaría con todo el amor de papá y mamá.

Cuando la cálida bienvenida termina mi cara esta húmeda y pegajosa y me resulta difícil abrir los ojos. Mamá se acerca y con el repasador me seca y así finalmente puedo ver con claridad la mesa que espera servida: la leche preparada en la taza con mi nombre, las galletitas sobre el platito celeste que trajo abuela, las servilletas de papel sobre el mantel y Papá y el mate; porque papá y el mate son casi una sola cosa para mi. El viejo me dice: “Vení pibe, contame como te va en el jardín”.

Mi respuesta es breve, ”Bien... dibujamos mucho hoy”, contesto distraído por el festín de galletitas que esta frente a mi, en el platito celeste, al lado de la taza con mi nombre. Las como, una tras otra, sin darme cuenta que a la sexta galletita mi garganta pide ayuda, es así que agarro la taza con mi nombre y de un sorbo me tomo toda la chocolatada que tiene gusto al amor de mamá. Cuando mi sed se acaba comienzo otra vez con las galletitas, pero esta vez la sed viene más rápido y tengo que pedirle a mama que me prepare otra taza.

Termina finalmente el ritual y poco a poco el cansancio me envuelve. Papá ve que mi ojos se empiezan a cerrar y me alza para llevarme a la cama. “Fue un día largo pibe, mejor que duermas una siesta”, me susurra. Mis ojos se cierran, a pesar de que hago un esfuerzo enorme porque todavía tengo ganas de jugar, de salir, de subirme al triciclo que todavía no lo use hoy, de dar una vuelta más y no pisar las odiosas rayas simétricas del suelo.

9.1.12

Respiración profunda

El primer sol de la mañana tiñó el pasto de un color entre amarillo y verde y el aire todavía estaba fresco. Corría una brisa suave que se llevaba los últimos fantasmas de la noche. El hombre había dormido poco y mal, quizás por los ruidos que escuchó toda la noche por fuera de la casa, quizás por los ruidos que venía de su cabeza. Esa noche, como las que recordaba, tampoco había soñado.

Del río llegó un viento que movió las hojas del árbol chico y también se movieron las ramas más altas, como si estuviesen invitando al hombre a acercarse. Dudó unos segundos y desde la puerta caminó lento y pesado hasta quedar a unos pocos metros del árbol. Pudo sentir que lo llamaba. Se acercaba y ya no era una insinuación, era un llamado concreto. Las rama se abrían invitándolo al sueño del arbol que había estado despierto toda la noche.

Frente al árbol se animó a tocarlo; lo rosó suaventeme y pudo sentir la inspiración profunda, esa larga bocanada previa al limbo. Eligió una rama que se ofrecía como refugio, trepó unos pocos metros se acostó. Acostado ahí estaba mucho más cómodo que en la mejor cama del mejor palacio. Pudo relajarse mientras los rayos del sol se filtraban por las hojas y por las ramas. El calor le acariciaba la cara. Se durmió.

Se olvidó del arbol, de la casa y de las malas horas de la noche y finalmente soñó. En su sueño el era árbol.

Se sintió raíz, afirmada en el suelo y yendo cada vez más profundo, buscando el agua que daba vida, alimentándose de la tierra. Fue tronco doblado, el viento lo había golpeado desde hace años, pero seguía firme, siendo el cuerpo de algo que crecía cada día. Se abrió en infinitas ramas, en infinitas direcciones, perseguía el sol y se estiraba y se dividía en miles de partes. Era cientos de hojas débiles y fuertes, hipersensibles a todo lo que las rodeaba, tambaleantes y temblorosas, hijas del viento. Algunas hojas se caían, pero las más resistentes bebían el aire. Sintió la inspiración más profunda de su larga vida y lleno de oxigeno todo su cuerpo: la raíz, el tronco, las infinitas ramas y las mismas hojas.

6.1.12

Emoción y vida

Si un vacío te llena
y te come los huesos
te derrite las manos
y te apaga los besos

El corazón no funciona
y tu conciencia domina
te encontrás repensando
y no hay nada que viva

Si no sentís caricia
que te haga temblar
sos un ser sin sentido
que no recuerda el amor

Si las cosas que dicen
no te mueven el alma
ni la rima más simple
te hacer perder la calma

Si los ojos no miran
y las piernas te pesan
te sentís una piedra
que no siente ni piensa

A la vuelta del mundo
donde menos te esperan
una canción que suena
te despertará pasión

Moverá tus entrañas
y temblarán tus huesos
y se llenará tu alma
de Vida y Emoción