Entonces tendré que seguir el juego. Mantener el personaje y respetar las reglas, que puestas desde un principio nos condicionaron. No vale hacer trampa, engañar o abandonar. Después pagamos los platos rotos. Tiraré los dados con la ilusión de que me toque un seis o un dos y respetaré el número que salga, porque así es el juego del azar: un poco esperanza y un poco decepción. Lo que toca , toca. La suerte loca. O la suerte hija de puta que a veces no nos tira una.
1 comentario:
Hablando de todo un poco..
Leo reflexiones tales como "unir y expandir" o "Azar Oso" y pienso, que relacionados que están!
Uno se pone limites tan fácilmente, acusando al azar o la suerte, que no son mas que un factor entre todos los condicionantes que tenemos en el camino. De los cuales no podemos hacer demasiado.
Pero si hay uno que mencionas y muy importante, que es, el de animarse a arrojar los dados. Sabiendo que el resultado puede ser tanto un seis o un dos, sea cual fuere, estaremos tranquilos de habernos animado a jugar, cada uno a su manera!
un abrazo de amigo y compañero de vida!
arigutes.
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