12.7.12

Azar Oso

Entonces tendré que seguir el juego. Mantener el personaje y respetar las reglas, que puestas desde un principio nos condicionaron. No vale hacer trampa, engañar o abandonar. Después pagamos los platos rotos. Tiraré los dados con la ilusión de que me toque un seis o un dos y respetaré el número que salga, porque así es el juego del azar: un poco esperanza y un poco decepción. Lo que toca , toca. La suerte loca. O la suerte hija de puta que a veces no nos tira una.

2.7.12

Unir y expandir


¿Y si  acaso no queremos decir nada?
O peor (o mejor), que queramos decir todo.
Lograr la abstracción absoluta.
Tan abstracto que sea la generalización en su máxima expresión.
Expresar lo interior sin mediadores cómo la palabra.
Escribimos y lo escrito tiene un proceso mental que esta viciado de subjetividad.
Pintamos, cantamos, gritamos, lloramos, cagamos, cojemos, comemos, cagamos.
El físico nos limita.
Nuestro cuerpo es el límite.
Nuestra percepción es el límite.
Dos cabezas piensan más que una.
¿Mil cabezas?
¿Mil cuerpos?