¿Y si acaso no queremos decir nada?
O peor (o
mejor), que queramos decir todo.
Lograr la
abstracción absoluta.
Tan
abstracto que sea la generalización en su máxima expresión.
Expresar lo
interior sin mediadores cómo la palabra.
Escribimos
y lo escrito tiene un proceso mental que esta viciado de subjetividad.
Pintamos,
cantamos, gritamos, lloramos, cagamos, cojemos, comemos, cagamos.
El físico
nos limita.
Nuestro
cuerpo es el límite.
Nuestra
percepción es el límite.
Dos cabezas
piensan más que una.
¿Mil cabezas?
¿Mil
cuerpos?
2 comentarios:
Ni mil cabezas mi mil cuerpos ni mil limites!
El cuerpo no limita la mente, peor aun la mente limita al cuerpo, el cuerpo imita lo que la mente quiere, el cuerpo acepta lo que la mente implica, las implicancias del limite son mentales no fisicas :P
Oh, si que tiene razón Anónimo.
La mente es un límite en sí misma!
Pero en el medio están los sentidos, que son algo así como el puente entre el cuerpo y la mente.
Entonces, sólo nos quedaría estimular los límites.
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