Para la derecha, hacia el último vagón. Casi siempre encontraba lugar donde sentarse cuando iba para ahí. Arias se sentó entre una chica que a primera vista parecía lo más aceptable del vagón y un cincuentón que dormía sin soltar el diario. “Me siento viejo”, pensó mientras se acomodaba el saco sobre las piernas. Treinta y cinco años recién cumplidos hoy. Apenas se había levantado recibió el primer llamado de felicitaciones, era mamá que le deseaba un hermoso día en este año nuevo. No se sentía distinto, pero desde hace un par de meses, entre el estudio, el nene y el cansancio se sentía viejo. Le pareció una exageración, demasiado para sentirse así. Se sentía menos joven, eso seguro que sí.
3 comentarios:
si te llama tu vieja, sentite joven! jaja
yo me siento viejo cuando no me alcanza la paciencia para entender algo nuevo...viejo de mierda!
Pobre Arias...
La mamá mas q felicitarlo x el cumple debería pedirle perdón por el nombre que le pube al bepi...
Y no me vengas a decir que Arias es el apellido!! No señor!!
Esta clarisimo que el nombre es Ariasio, y que Arias no es más que un apócope (?)
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